Y terminando con el ciclo de cremas calientes de este año, os presento mi crema de espárragos versión completa. Enlazaré por aquí la versión ligera cuando las haya subido todas.
Pues bien, nos enfrentamos a un plato sabrosísimo con un ingrediente imprescindible para una dieta saludable, el espárrago. Nos ofrece cantidad de propiedades beneficiosas para nuestra salud, aportando al igual que muchas verduras, un nivel calórico mínimo. Posee vitaminas A, C, E, del grupo B (B1, B2, B6), minerales como el hierro, fósforo, sodio, antioxidantes, etc.
Además presenta un gran contenido en potasio, que es lo que hace que sea tan diurético y nos ayude a la eliminación de líquidos. Gracias al ácido fólico, y junto con el hierro, contribuye a la formación de glóbulos rojos, o sea, que es ideal a personas que sufren anemia.
La vitamina A actúa como depurativo, además de ayudarnos a conservar una buena vista, uñas y pelo. En cambio su aporte de vitamina B nos beneficia el sistema nervioso.
Y a parte del ácido fólico y el zinc que confieren al espárrago propiedades rejuvenecedoras, podemos destacar que se ha demostrado que poseen acciones inhibidoras sobre el crecimiento de las células causantes de la leucemia.
¿Te he convencido ya de que incluyas los espárragos en tu dieta semanal? Pues ahora, pongámonos con la práctica.
Ingredientes:
1 manojo de espárragos verdes grande
1 patata
1/2 cebolla
1 puerro
1 pastilla de caldo de verdura
taquitos de jamón ibérico
crème fraîche y piñones (opcional para decoración)
sal y pimienta negra
aceite de oliva
Preparación:
– Lavar, pelar y cortar la cebolla, el puerro y la patata.
– Rehogar todo en una cacerola con aceite de oliva a fuego medio-fuerte.
– Añadir los espárragos verdes limpios y troceados.
– Salpimentar todo y remover durante 15-20′.
– Cubrir de agua todas las verduras y añadir la pastilla de caldo de verdura.
– Dejar cocer otros 20-25′ y batir todo con la batidora.
– Rectificar de sal si fuera necesario y servir en un plato hondo.
– Cortar el jamón ibérico a tacos y decorar el plato con él.
A destacar:
Este es otro ejemplo de crema que va directa al congelador para necesidades futuras a corto plazo. Esta en cuestión es de mis favoritas para servir en tazón y rodearla con las manos para calentarme en invierno cuando trabajo frente al ordenador. Aunque yo la he decorado en el plato con jamón ibérico y piñones, admite perfectamente cualquier tipo de pan en picatoste o tiras de parmesano a modo de teja… ¡Imaginación al poder!

