Se incluye entre las hierbas aromáticas de mayor difusión. Además de ser utilizada en la gastronomía es apreciada por su gran aroma refrescante.
Entre la gran variedad de especies, la más comúnmente conocida es la Mentha spicata, más conocida como hierbabuena.
La destilación de la menta produce un aceite rico en mentol, sustancia de gran valor comercial y ampliamente utilizada en la producción de golosinas, lociones para afeitar, productos bucales, perfumes, etc.
Gastronómicamente hablando, se usa principalmente en repostería y dulces, aunque también tiene presencia en platos salados. Es un ingrediente imprescindible en la comida inglesa y estadounidense para la preparación de pierna de cordero con salsa de menta. También tiene presencia en el taboulé libanés, en el pho vietnamita, en el mojito cubano y el té magrebí.
En España se usa para aromatizar la olla gitana común de Almería y Murcia (para ser murciana, tampoco sabía esto, la verdad), y en guisos como el cocido cordobés, chiclanero, jienense y madrileño. También es habitual que acompañen guisos con caracoles.
En lo referente a consumo medicinal, se usa en aromaterapia como estimulante con efecto energizante emocional. En el aspecto físico actúa como descongestionante, digestivo y refrescante. Elimina los gases y flautulencias, alivia la acidez estomacal, disminuye los dolores, convulsiones, mareos y náuseas. Resulta adecuada para los resfriados y problemas pulmonares, ya que su potente aroma despeja las vías respiratorias. Cuando se aplica de forma tópica actúa como relajante, anti-irritante y analgésico, con capacidad de regular el flujo de sangre en el área afectada. Se debe usar cautelosamente con los niños e intentar evitar en personas con ardor de estómago crónico.

