Hoy os he preparado una receta muy italiana. Lo ideal siempre cuando se trabaja con cualquier tipo de hongos es comprarlos y cocinarlos frescos y de temporada. En la receta original se usa el hongo funghi porcini, que también se puede comprar deshidratado en cualquier supermercado. Para hidratarlo solo haría falta sumergirlos un rato en agua fría, o en agua caliente si tienes mucha prisa, aunque os recomiendo lo primero. Aunque no es necesario ser tan estricto con la variedad de hongo, como ya he dicho antes cualquier hongo fresco que tengamos disponible será perfectamente válido. En este caso, y haciendo uso de la compra que hice hace un par de días en el mercado de mi pueblo, he usado unos champiñones frescos buenísimos. Aquí tenéis la receta para dos personas.
Ingredientes:
250 de pasta fresca
1 cebolla o cebolleta
180 gramos de hongos
200 ml de nata ligera para cocinar
50 gramos de queso parmesano
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
Preparación:
– Poner agua a hervir en una sartén con un poco de sal y echar la pasta fresca.
– Remover de para que no se pegue y cuando esté en su punto, colar, refrescar con un poco de agua y reservar.
– En la misma sartén que hemos usado para cocer la pasta fresca, vamos a preparar la salsa funghi.
– Cortamos la cebolla lo más fina posible y salteamos en la sartén echando un chorro de aceite de oliva.
– Añadimos los champiñones ya limpios y laminados también a la sartén.
– Dejamos rehogar hasta que se dore todo un poco y añadimos sal y pimienta negra.
– Añadir la nata y remover hasta que se consuma un poco.
– Por último echar el queso parmesano rallado, bien en la sarten para que se mezcle con la salsa o directamente al plato para decorar.
– Servir en un plato hondo la pasta que habíamos reservado y cubrir con la salsa funghi.
A destacar:
Podemos hacer miles de variantes de esta receta, empezando por el tipo de hongo, la nata que usemos, ya que también existen cremas de soja para sustituirla en caso de intolerancias, e incluso prescindir de la nata y servir directamente la verdura con el queso parmesano. En este caso he elegido los tagliatelle como pasta base, aunque podéis usar cualquier tipo de pasta, fresca o seca, de espinacas o tomate, etc. Aunque esta receta está destinada para 2 personas, se puede hacer la mitad de pasta y aprovechando lo que nos quede de salsa de hongos, congelarla y usarla más adelante. Si queréis saber algo más de la salsa funghi podéis visitar esta otra entrada. ¡Espero que os haya gustado!

