Lo que más me ha costado de esta entrada es decidir el nombre de la receta, ya que pensé en quiche, pero no lleva ni huevos ni nata, y luego pensé en empanada, pero no va cubierta de masa… y pizza ni de coña. Aunque la verdad es que es un poco mezcla de las tres, con muy poca grasa y super sabrosa.
Si llevas tiempo intentando aficionarte a los productos derivados de la soja, esta es una receta ideal para que te vayas haciendo con el sabor, ya que si se lo das a probar a alguien que no sepa lo que lleva, lo más probable es que piense que está hecha con carne picada.
Ingredientes:
1 paquete de masa brisa
100 gramos de soja texturizada seca
1 cebolla
1/2 pimiento verde
1/2 pimiento amarillo
1 cucharada de pimienta negra
1 cucharada de pimentón
1 pizca de jengibre molido
sal
perejil
aceite de oliva
50 gr. queso rallado
1 bolsa de queso mozzarella fresco
1 diente de ajo
Preparación:
– Pon en remojo la soja texturizada durante 20-30′. Estará lista cuando haya doblado su volumen.
– Pre-calienta el horno a 180º C.
– Extiende la masa brisa sobre un molde anti-adherente.
– Prepara una sartén con un poco de aceite de oliva y sofríe un diente de ajo picado, la cebolla y los pimientos previamente cortados muy finos.
– Escurre la soja todo lo que puedas, hasta que se quede bien suelta, y añádela a la sartén.
– Remueve todo bien y añade la pimienta negra, el pimentón y el jengibre molido.
– Dóralo todo bien y resérvalo.
– Cubre la base del molde con queso rallado. Sobre el queso vierte el contenido de la sartén.
– Vuelve a cubrir todo con queso rallado. Escurre y corta la mozzarella para cubrir todo el pastel.
– Esparce un poco de perejil y aliña la superficie con un chorrito de aceite de oliva.
– Mete el molde en el horno y déjalo unos 25′ a 180º C.



