Pues aquí os dejo la segunda versión de mi musaka definitiva. La primera fue la musaka carnívora que podéis ver aquí. Esta vez toca la versión apta para vegetarianos. En esta he sustituido la carne picada por soja texturizada, un alimento muy sano y completo, y altamente nutritivo. Contiene aproximadamente un 40% de proteína, así que no le tiene nada que envidiar a la ninguna carne. Como comentaba en la versión de musaka carnívora, en esta receta iba a prescindir de la bechamel e iba a sustituirla por la crema original de la musaka griega, es decir, con una mezcla de yogur griego y queso feta, y digo iba en vez de he, porque hoy todos los supermercados de mi barrio han decidido quedarse sin existencias de feta. Así que he sustituido por la misma cantidad de mozzarella fresca que tenía por el frigo para las ensaladas. El resultado… alucinante.

Id comentando que os parece, y si probáis las dos versiones, cual de ellas os gusta más. ¡Yo no se por cual decidirme!

Ingredientes:

1 cebolla

1/2 puerro

1 diente de ajo

aceite de oliva

100 gramos de soja texturizada seca

jengibre

1 tomate grande

1 berenjena grande

pimentón

1 queso mozzarella o feta

1 huevo

1 yogur tipo griego natural

queso en polvo

olivas negra sin hueso (opcional)

Preparación:

– Hidratamos la soja texturizada con el doble de agua de lo que ocupa en seco.

– Corta láminas de berenjena a lo largo, ponlas en un bol con una pizca de sal y pimienta y medio vaso de agua. Tápalo con film y dales 10′ al máximo en el microondas. También puedes freírlas, aunque ya sabes que así engordarán el doble.

– Pica la cebolla, el ajo, el puerro y el ralla el tomate.

– Echa en una sartén grande un poco de aceite de oliva y rehoga la cebolla, el ajo y el puerro.

– Escurre bien la soja texturizada hasta que veas que se queda bien suelta.

– Añádela a la sartén y sofríela como si se tratara de carne picada.

– Añade sal, pimienta, pimentón, jengibre molido y remueve bien.

– Por último añade el tomate, dale un par de vueltas que se sofría todo bien y resérvalo.

– Saca las berenjenas y escúrrelas con cuidado de que no se rompan.

– Colócalas en la base de la fuente apta para horno que vayas a utilizar. Deja la mitad para la capa de arriba.

– Vierte la mezcla de soja sobre la capa de berenjena, y sobre ella, las berenjenas que nos quedan.

– Para el gratinado, cogemos un vaso de batidora, echamos el yogur griego, el huevo y el queso mozzarella o feta triturado. Batimos bien y lo echamos sobre la última capa de berenjena.

– Sobre la crema, podemos echar queso rallado para que dore al gratinar y opcionalmente unas olivas negras laminadas.

A destacar:

Lo de la oliva negra es un truco que uso para distinguir la musaka de carne y la vegetal cuando las congelo para futuros usos, aunque le quedan genial al plato, mucho más vistoso y sabroso.