Ya tenía ganas de probar esta salsa hecha con mis manos. Lo que más me ha costado es tener que sacrificar media planta de albahaca, se le coge mucho cariño a las macetas cuando las cuidas tú y ves como crecen… sniff. Supongo que pasará lo mismo con los hijos, aunque espero no saberlo nunca, jajaja.
Lo bueno del pesto es que se puede congelar y es sencillísimo de hacer. Lo importante es usar ingredientes de calidad, el resto es todo coser y cantar. En las recetas que he ido mirando por internet, suelen preparar la salsa en con la batidora. Yo aprovechando que el queso parmesano no lo iba a rallar, si no que lo iba a triturar en la picadora, he seguido añadiendo el resto de los ingredientes ahí, y la verdad es que se ha quedado bastante bien.
Ya sabéis que además del uso en pasta, lo podéis usar en ensaladas, pizzas y canapés. Es perfecto para combinarlo con tomates, quesos, patatas asadas, etc.
Ingredientes:
50 gramos de albahaca fresca
60 gramos de queso parmesano
50 gramos de piñones
180 ml de aceite de oliva
1 diente de ajo
sal
Preparación:
– Rayar el queso parmesano en la picadora.
– Añadir los piñones, la albahaca y el diente de ajo.
– Picar y añadir, muy poco a poco el aceite de oliva.
– Por último añadir sal, picar un poco más y servir.
A destacar:
Os recomiendo lo de siempre en cuestión de salsas: ya que te pones ha hacer, dobla los ingredientes y congela lo que te sobre para futuros usos. Da mucho gusto luego este tipo de salsas a mano cuando no tienes mucho tiempo que dedicarle a la cocina.

Pero donde está el queso pecorino!!!
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Que sepas que acabo de ir a la wikipedia a investigar sobre el pecorino, lo que me ha hecho descubrir que es de oveja, (pecora=oveja) jajaja, espero que fueras por ahí, si no… pues… ¡¡¡¡ya sabes que queso traerme cuando vengas a verme!!!!
Besos :***
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